Reseña Teme

Buenos días :) Volvemos con otra reseña. Nos alejamos ya de los tomos únicos que he ido reseñando últimamente y vamos con la segunda parte de Sueña, de Lisa McMann. Espero que hayáis leído todos el primer libro, y si no os aviso de que los primeros párrafos tendrán spoilers de Sueña. Ahí va:

Título: Teme.

Colección: La Cazadora de Sueños.

#1 Sueña.

#2 Teme.

#3 Huye.

Autor: Lisa McMann.

Editorial: El Círculo de Lectores y Everest.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas, portada que sigue la estela de la primera y me gusta más.

Sinopsis:

Se estremece. Intenta recuperar el aliento mientras desea con todas sus fuerzas ver algo. Cualquier cosa. La cara de él. Quiere ver su cara. Él le está diciendo algo. Tiene la mano sobre su mejilla y le seca las lágrimas. Y ella se da cuenta ahora. Se da cuenta de que apenas habrá épocas en las que puedan pasar tiempo juntos, ajenos a todo, y hacer el amor dormidos en plena noche de invierno mientras permanecen en sus sueños.

Reseña:

Ese dicho de segundas partes nunca fueron buenas se quedó obsoleto hace mucho; Teme es la demostración de ello. Tras un primer libro ligero y excesivamente introductorio, Teme ha pulido muchos de los fallos de su predecesor, superándolo ampliamente. Ahora, la reseña:

Janie Hannagan tiene mejor vida que hace un par de meses. Ahora tiene un novio –secreto-, Cabel, que es un cielo y que además sabe su secreto y no la rechaza. Además, ha encontrado una utilidad para su maldición: Entrar en los sueños de los demás. Esa utilidad no es otra que la de resolver casos para la policía como agente encubierta.

El caso con el que comienza el libro es, cuanto menos, perturbador: Una llamada anónima pone sobre aviso a la policía de que en el instituto donde estudian Janie y Cabel hay un acosador sexual. Uno de los profesores, más concretamente. La misión es averiguar quien es y, por supuesto, meterlo entre rejas.

Y, mientras Janie se mete en la boca del lobo, Cabel tiene que permanecer en un segundo plano al que no está nada acostumbrado.

Por otra parte, Janie recibe un regalo de parte de la comisario: Un montón de notas de casos antiguos de puño y letra de la señora Stubin, junto con una libreta que la protagonista duda si quiere saber lo que dice, pues en la primera hoja se deja bien claro que contiene una explicación exhaustiva del don de los sueños, la responsabilidad y las consecuencias que este conlleva.

El libro, para empezar, tiene mucha más sustancia que el primero. Ahora ya sabemos en que consiste el don de Janie, y se nota que todo el libro anterior solo fue una gran explicación de la situación a la que realmente quería llegar la autora: Janie resolviendo casos. Y le sale bien la jugada, vaya.

La verdad es que la autora podría haber jugado un poco más con el misterio de adivinar quien es el acosador, ya que este se revela muy –tal vez demasiado- tempranamente. Aun así, esta es la única queja real del caso, porque por el resto, es coherente tanto con la actuación de Janie como con el alcance de sus sueños.

Otra vez, el libro se lee en un suspiro; frases cortas, contundentes y muy claras son el motivo de esto. Si te quedas atascado en un párrafo, es probable que en el siguiente retomes otra vez la lectura con rapidez.

Me ha gustado la coherencia de Janie en cuanto a su don: Sigue sin gustarle, aunque ahora lo tolera y casi hasta lo aprecia más porque ha encontrado una forma de volverlo útil y poco a poco aprende a controlar sus intrusiones. Aunque al final de la novela se revela que su don tiene muchas más consecuencias de lo que hubiera podido llegar a pensar.
Los personajes han mejorado, aunque menos de lo que me hubiera gustado: Cabel es el que más crece, siendo casi tan protagonista como Janie, y la relación de estos no podría ser más real: Tienen sus enfados, sus riñas, no es todo dulce y azucarado, pero también hay momentos de risas y de apoyo. Y sobre todo, hay amor, aunque ninguno se atreva a mencionarlo.

Carrie pierde mucho protagonismo, lo cual es una pena, pero hay otro personaje que la sustituye: La comisario, que trabajó con la señora Stubin y acabará siendo buena amiga de Janie.

El caso que lleva Janie se volverá escabroso por momentos, y el desenlace de este será el momento de más acción del libro. Lo cual no significa que el resto no tenga acción, pues en ese aspecto mejora mucho, ya que no tiene que introducir a ninguna historia.

Un hecho muy curioso es el sorprendente realismo con el que Lisa McMann pinta sus novelas, cuando es obvio que el don de Janie es de todo menos realista. Y, sin embargo, hasta este don tiene toques realistas por todo lo que le hace sufrir a Janie, ya que en la vida real toda habilidad extraordinaria no es fantástica. Si quitáramos el don de la novela, no quedaría nada fantasioso en la trilogía, pues todo lo demás –el tema alcohol, drogas, como tiene que vivir Janie- es dolorosamente realista.

Aun con todas estas cosas positivas, el libro no es perfecto ni mucho menos: Me han fallado otra vez los personajes –aunque no tanto-, y hay situaciones que se narran de una manera tan fría que los personajes parecen de hielo, como escenas románticas o de gran carga emotiva, que no son la especialidad de la autora. Y el final no me ha gustado tanto como el del libro anterior: Demasiado cerrado en algunos aspectos, aunque dejando una aterradora trama que ya veremos como maneja la autora.

Otra vez, este libro tiene ese algo del que hablé en la anterior reseña: La narración, el ritmo, no sé, un loquesea que hace el libro adictivo. Y, aunque la trama que se deja abierta para el siguiente libro me hizo recelar –porque es muy espinosa, deberá manejarla muy bien-, no tardé ni un tris de comenzar el siguiente.

Esto es todo por hoy. Llevo un par de días algo más ausente de lo habitual, pero es que estoy preparando una macro-actualización de la sección de intercambio :D No os preocupéis, ¡en cuanto esté hecha os lo haré saber! Ah, y hacedme saber qué os ha parecido la reseña ;) Besos.